Antiguas estrellas heladas está entre los mejores fotolibros publicados este año no sólo por la belleza de sus imágenes sino por el diseño y maquetación, de tal manera que el lector se enfrenta a un espejo: retratos y motivos que tienen su “doble” en la página opuesta o bien al otro lado del libro, en un juego de simetrías delante y detrás. En definitiva, es una prueba inequívoca de que el libro como objeto físico no va a desaparecer nunca.
Todas las fotografías del libro han sido sacadas con película fotografía de blanco y negro y reveladas por el propio fotógrafo.
Las estrellas heladas que dan título a este proyecto hacen referencia a los astros que observamos en el cuerpo celeste, sin capacidad para distinguir cuáles están vivos y cuáles, congelados por el devenir del tiempo, ya han dejado de existir. Del mismo modo, en los retratos del artista nos queda la luz que sus miradas emitieron en un momento concreto. En palabras de David Ferrando la obra de Bejarano “nos sitúa ante una realidad espectral, inmaterial, vinculada al tiempo, a la cultura y a la memoria. A esa intersección entre la existencia individual y el transcurrir de la historia, entre lo fugaz y lo que permanece, entre la vida y la imagen”.
Además de las fotografías de Bejarano, el fotolibro incluye los textos Insectos en ámbar y Una plausible autobiografía del escritor gijonés Ricardo Menéndez Salmón, en los que reflexiona sobre el misterio insondable de estrellas y fotografías, así como sobre el concepto íntimo de autobiografía.
Tapa dura forrado en tela negra
68 páginas
500 ejemplares
24x24cm.
