La fototipia fue un procedimiento de impresión fotomecánica (en talleres de artes gráficas). Ideado en 1856 por Louis Alphonse Poitevin, posteriormente fue perfeccionado por Joseph Albert, por lo que también tuvo difusión con el nombre de Albertipo.
Sobre una matriz constituida por una placa de vidrio, se extendía una capa de emulsión fotosensible constituida por gelatina bicromatada, que se sometía a cocción, y después era impresionada mediante contacto con el negativo fotográfico original. La gelatina se hacía más insoluble en las zonas transparentes del mismo. De este modo la tinta se absorbía con mayor facilidad en esas zonas transparentes.
Este procedimiento permitía tirar un número limitado de 500 copias; pues se deterioraba la gelatina durante el proceso de impresión, y se perdía nitidez.
Entre los fotógrafos que emplearon este sistema, para tiraje de copias, se puede citar a Alfred Stieglitz.
Tamaño de la impresión: 20,3 x 25,4 cm